Consecuentemente, derivado de este marco ideológico, toda persona tiene derecho:
A la vida y a la integridad personal. Esto es, que toda persona tiene derecho a que no sea agredida en su integridad y salud o arrebatada su vida.
A cuidar de su vida y ser responsable de sus propios actos. El cuidado de la salud o la decisión por terminar con la propia vida (eugenesia) son responsabilidades individuales.
A ser libre de actuar y expresarse. Toda acción humana está permitida excepto aquella que inicia la violencia, que amenaza con el inicio de uso de la violencia, o que consista en fraude.
A la propiedad, la cual consiste en los frutos del trabajo, el intercambio o la donación. Cada persona está en su derecho a intercambiar, donar, modificar o abandonar su propiedad. Nadie puede apropiarse de los bienes de otros mediante agresión, coerción o fraude.
A elegir su religión o no tener ninguna. No podrá ser impuesta a otros ninguna práctica religiosa, considerando como imposición toda forma de violencia, coerción o fraude.
A elegir orientación y práctica sexual. Nadie puede ser violentado o coercionado debido a una orientación o práctica sexual. Lo que las personas en edad suficiente acuerden voluntariamente es asunto que no puede ser interferido violentamente por otras personas u organizaciones.
A intercambiar su propiedad con otras y elegir el modo y medios de intercambio.
A poseer y portar armas para defender su vida y propiedad de agresores.
A escoger su propio estilo de vida. Cada persona tiene derecho a decidir si quiere pertenecer a una cultura o de no hacerlo. Las costumbres, ideas, estética e intercambios culturales mientras sean exentos de agresión, conciernen únicamente a los participantes.
A que su intimidad no sea violentada. Esto significa que ninguna otra persona u organización tiene derecho a espiar las comunicaciones de las personas ni a invadir su propiedad.
A emitir, copiar y recibir información sin ningún tipo de censura, a través de cualquier medio pacífico y sin más otra excepción que la de no cometer fraude.
A producir, adquirir, comerciar y consumir alimentos y sustancias estupefacientes. Del mismo modo cada persona es responsable de los efectos en su salud por el exceso en su consumo.
A ayudar a otras personas con necesidades en forma voluntaria. Nadie podrá ser obligado a entregar su propiedad o su tiempo para ayudar a otros, pues la solidaridad es un acto voluntario y lo contrario es esclavitud.
A emprender actividades lucrativas pacíficas de cualquier tipo sin sufrir coerción con regulaciones impuestas sin consentimiento, ni entregar su fortuna para iniciar, continuar o cesar su actividad emprendedora.
A realizar acuerdos voluntarios con otras para realizar cualquier actividad emprendedora, íntima o cultural pacíficas.
A emprender actividades lucrativas pacíficas de cualquier tipo sin sufrir coerción con regulaciones impuestas sin consentimiento, ni entregar su fortuna para iniciar, continuar o cesar su actividad emprendedora.
A realizar acuerdos voluntarios con otras para realizar cualquier actividad emprendedora, íntima o cultural pacíficas.